Se trata de un servicio único y de gran importancia para el propietario, que solo a través de Ferrari Classiche puede obtener un documento oficial que confirme la plena autenticidad de su automóvil. Gracias a la integridad y exhaustividad de los archivos, donde se custodian celosamente todas las fichas de montaje de los automóviles fabricados desde 1947, Ferrari puede determinar, de forma inequívoca, la conformidad con el diseño original de cualquiera de sus modelos.

Solo los coches en perfecto estado de funcionamiento pueden obtener el Certificado de Autenticidad de Ferrari Classiche; para garantizar la conformidad del vehículo con el diseño original y, por tanto, su máxima seguridad en conducción, es necesario que todos sus componentes sean auténticos.

Chasis, motor, cambio y transmisión, suspensiones, frenos, ruedas y carrocería, interiores... Todo es examinado al detalle por el grupo de expertos de Ferrari Classiche: un equipo de especialistas con una larga trayectoria de trabajo en Ferrari, en ocasiones habiendo participado personalmente en la fabricación del propio vehículo a examen. La pasión y la pericia de los técnicos de Ferrari Classiche son la mejor garantía para el cliente.

Ya entrando en detalles, el proceso de certificación de Ferrari Classiche prevé un análisis técnico de la originalidad de los distintos componentes mecánicos, factor determinante para determinar la autenticidad del vehículo.

Cualquier componente que no se corresponda con las características de fabricación se sustituye con recambios de Ferrari y de sus proveedores oficiales; de este modo, se devuelve el coche a su estado original.

Y el servicio no se limita a los recambios más habituales: si es necesario, Ferrari Classiche puede crear elementos fundidos idénticos a los originales, incluso elementos estructurales.

Gracias a los minuciosos controles de calidad y a la posibilidad de localizar todos los diseños en el archivo histórico, todos los vehículos mantendrán intactas sus prestaciones y su nivel de seguridad.